1, 2, 3... aprendí a contar hasta dos.

Mio y dibujar peces en el sol... Mio y dibujar cosas de los dos.
Donde un beso era como un huracan, devastando todo en esta vil cuidad.

Porque todo fin de un capitulo da pie para iniciar, de apoco, muy poco... uno completamente nuevo.
Porque si uno hace la cama todos los dias, al final se da cuenta que al llegar el viernes no esta el gran despelote en la pieza.

Es cierto, fue muy dificíl.

Es cierto, nos caimos mil veces... lo sé. Peliamos, nos entendimos...

Si, tu hora ya paso cariño.

Pues esta flor esta sacando sus petalos al sol. Aqui, donde vivo, estoy creciendo... mirando a todo mi alrededor. Quiero recubrirme de nuevo colores, que mi aroma sea aun mas dulce. Que insectos multicolor se me acerquen timidamente con alegria y furor. Sé que nada esta de mas... se que siempre es bueno esperar.

El otoño llego y el frio se acerca a gran velocidad. El color se torna mas triste y todo parece ser solitario en las calles. No para mi. Esta ciudad se ve mas iluminada de lo habitual... mas colorida alegre y en compañia. Descubrimos de la mano cada rincon magico del puerto alocado... los perros y lo vagabundos, todos con su propia historia.

Bares y trobadores... malavaristas y soñadores. La bohemia que recorrimos cada noche.

El tio que durmio en la esquina la semana pasada habra sentido frio?

Yo no, yo no me dí cuenta, no lo sentí...

Solo me queda esperar a que los arboles suelten sus esporas... que petalos y semillas viajes por los vientos con sus pequeñas alitas :)