Suspenso.

Estaba parada fuera de su nueva casa, se sentía esa calidez primaveral. Pero algo ocurria, un tumulto de gente se reunía en la cuneta, alrededor de una camioneta blanca en la que introducian un pequeño cuerpo cubierto en una sabana blanca. Se veía la angustia en los rostros. Nadie decia nada. Todos sabían lo que pasaba.
Una señora de edad, de cabello negro y corto, robusta y de baja estatura se le acercó. Le pedia ayuda en su desesperación... lloraba.
Le entro el temor, la adrenalina ahumento. Todos sabian quien era el responsable de las desapariciones, pero nadie era capaz de hacer nada al respecto. La impotencia y el temor la inundaron. Necesitaba hacer justicia por sus propias manos.
Se alejo del lugar. Cambio el escenario. Dio con el culpable. Se respiraba silencio en aquella soledad. Se percivia un color blanco casi rojo. Extrañas sensaciones. Sentía su corazón sin sentirlo.
Cambia la escena, comienza el enfrentamiento. Tengo miedo, estoy aterrada. Un hombre grande, inmenso y gigante. Gordo y asqueroso, repulsivo... el me deseaba, el sonreia... se me acercaba.
Recuerdo sentir su sudor... que asco el que sentí. Estaba aterada. Pareciera que ocupace todo el espacio del lugar... se me acvercaba a rastras... susurraba cosas... tenia planeado lo que queria hacerme. Me impulso con mis manos y piernas hacias atras escapando de el. Comienzo a patearle el redondo rostro. Me soprende lo pequeño que es... desproporcional a su figura.
continuo constante en mi intento... siento que me rindo ante el temor, estoy agotada... soy tan pequeña ante el... me desespero.
En mi desesperacion encuentro con que atarlo, pues advierto que hay un suerte de precipicio... me doy cuenta de que estamos en un segundo piso. Lo ato por la cintura, para asi atraparlo al dejarlo caer.
Comienzo a patearlo con todas mis fuerzas... quiero que el caiga, no funciona, cada vez esta mas cerca... me toca.... el rie, lo disfruta.
cierro los ojos y hago mi ultimo esfuerzo.
El cae
El Rie
Se ahorca.
Yo gano.